Estudio de caso: La Confederación de Trabajadores de México organizada a partir del Congreso de Unificación Nacional del Movimiento Obrero (Febrero 1936).
Uno de los objetivos de esta investigación es reconocer los hechos trascendentales de la relación entre los sindicatos y la Presidencia de la República Mexicana durante el sexenio del General Lázaro Cárdenas del Río (1934 – 1940). Sólo es un eslabón para comprender la injerencia social y económica de los sindicatos en México y del Estado en los grupos sindicales.
Uno de los hitos que ilustran el panorama político - obrero son los resultados del Congreso de Unificación Nacional del Movimiento Obrero (febrero 1936). Durante su campaña para obtener la Presidencia de la República Mexicana, el General Cárdenas propuso la unión de sindicatos, así que se creó la Confederación de Trabajadores de México, desapareciendo la Confederación Nacional de Obreros y Campesinos de México.
I. Generalidades de la Política obrera del Cardenismo
Para tener un panorama general de la situación económica en México (década de los 30’s) es necesario relacionarlo con la crisis de 1929 en Estados Unidos, también debemos estar conscientes que la economía mexicana estaba afectada antes de la caída de la bolsa de valores en Nueva York. La causa principal de la recesión económica fue disminuir la producción petrolera, caída del precio de la plata y la crisis minera, por tanto el conflicto estadounidense sólo fue un catalizador para agravar la economía mexicana.
A la par de la reactivación económica también se debía trabajar en la recuperación de los derechos laborales. Situación que el General Cárdenas aprovechó como discurso para su campaña presidencial, como candidato del Partido Nacional Revolucionario.
Lázaro Cárdenas ascendió al poder del ejecutivo el 6 diciembre de 1934, contó con el apoyo de los miembros progresistas del PNR, por tanto el avance en la industria sería proporcional a la defensa de la justicia social, estandarte de la Revolución Mexicana.
El proceso de organización de síndicos fue de 1935 a 1940. Los grupos de trabajadores no debilitaron el poder de Lázaro Cárdenas, fue benéfico, gracias al control de los líderes y el perfil carismático de Cárdenas.
La imagen de Cárdenas fue aceptada y admirada por las masas de obreros y campesinos, quienes la diferenciarían de la tradicionalmente ofrecida por todos los políticos. […] Ahora el presidente era un hombre de carne y hueso, que nos los reprimía y los estimulaba a luchar para conseguir sus reivindicaciones.[1]
En la imagen es explícita la convivencia del Presidente Cárdenas con un grupo de campesinos, se exhibe como un hombre cercano al pueblo, quien se coloca en la misma posición que los trabajadores del campo, comparte su comida y tal vez la charla. Esta fotografía fue publicada en diario El Nacional, tiene como discurso principal un presidente interesado en su pueblo.
Lázaro Cárdenas, en su programa político se comprometía a atender los intereses populares. “El plan sexenal definía lo que sería la orientación del gobierno hacia la protección y el desarrollo de la organización sindical; las masas populares se consideraban como el factor clave para la elevación económica del país”.[2] Las propuestas gubernamentales durante la campaña electoral de Lázaro Cárdenas exponían la necesidad de organización de los trabajadores en un frente único.
Lázaro Cárdenas del Río era un personaje cercano al pueblo, quien envestía su título de Presidente con rigurosa etiqueta, como se puede apreciar en la imagen, de vestimenta formal y cabalgando. El discurso, como en el de la fotografía anterior es de “amigo del pueblo” el que atiende las quejas de las clases bajas y promete mejoras, por ejemplo:
Por medio de la sindicalización y de la unificación se harán efectivas las ventajas conquistadaspor el trabajador en la forma de salario mínimo, de habitaciones higiénicas, de indemnizaciones y seguros.[3]
II. Congreso de Unificación Nacional del Movimiento Obrero
Contexto político y económico de México: El país destinaba más del cuarenta por ciento de su presupuesto a pago deudas y poco a propiciar mejores condiciones salariales para los trabajadores. Esta situación obligó a los obreros a unirse para defender sus derechos, atendiendo la oferta presidencial, no todos los contingentes tuvieron el beneficio o privilegio de ser convocados, por ejemplo la Confederación Obrera de Jalisco “La asamblea se muestra reacia a aceptar dentro del Congreso a los delegados por Jalisco; pero la directiva explicó la necesidad de la unificación”.[4]
El Congreso fue una propuesta de campaña del General Cárdenas. Este evento se llevó a cabo en la Ciudad de México del 21 al 24 de febrero de 1936. Se pactó formar la Confederación de Trabajadores de México y el fin de la Confederación General de Obreros y Campesinos de México que surgió en 1933 con la desintegración de la Confederación Regional Obrera Mexicana, siendo su líder, Luis N. Morones.
El objetivo del Congreso, para los trabajadores de la industria y los líderes sindicales consistía en la unificación de los grandes grupos de obreros. Cárdenas en sus discursos mostraba la importancia de un proletariado unido.
La doctrina que he venido reiterando con singular empeño es la de todos los elementos que constituyan las clases trabajadoras de la República. Desgraciadamente no hemos podido aún eliminar las pugnas intergremiales que transtornan la vida del pueblo y entorpecen el camino que conduce hacia la elevación social, económica y cultural de las masas.[5]
El lugar de reunión fue el Congreso Constituyente, asistió un grupo extenso de trabajadores y líderes, con distintas vanguardias del movimiento obrero mexicano, intereses y acciones. Los sindicatos tenían el interés de una agrupación, pero los estatutos con los que se estructuraría el organismo unificador debían ser discutidos con el Congreso Legislativo.
Finalmente, el 23 de febrero la Comisión de Estatutos dio a conocer el dictamen, el cual fue valorado por el Congreso legislativo. Se expuso el problema de unidad entre trabajadores industriales y campesinos, se informó que la CCM no enviaría delegados a la CTM, esto produjo la reacción de los integrantes de la nueva Confederación de Trabajadores. “El proletariado debe unificarse en un solo organismo, independiente del poder público, sin distinción también de la naturaleza jurídica o social de los patrones a quienes los asalariados prestan servicios”.[6]
Las quejas de algunos líderes sindicales fueron expuestas en entrevistas, donde se argumenta que el Presidente Lázaro Cárdenas y el Congreso Legislativo no permitieron la unión de los obreros y campesinos en un solo frente por temor a la fuerza que la gran congregación pudiese tener. Vicente Lombardo Toledano en una entrevista aseveró: “la CTM había nacido con una fuerza tremenda, no deseaba el gobierno que los campesinos se agruparan con los obreros, porque si se aliaban esas dos fuerzas el gobierno se vería influido de manera trascendental de obreros y campesinos unificados”.[7]
La postura cardenista sobre la unión de los trabajadores de la industria y el campo en una central, es contraria a uno de sus discursos durante su campaña como candidato del PNR a la Presidencia de la República, dos años antes del Congreso.
La cooperación que la Revolución solicita de los obreros y campesinos, no consiste en la celebración de manifestaciones y en el lanzamiento de vítores entusiastas, sino en una preocupación constante en agruparse en un solo frente, por despojarse de los prejuicios que estorban su marcha ascendente, por arrollar todos los obstáculos que se opongan al triunfo de los postulados de la renovación social.[8]
Como secretario general de la CTM fue nombrado Vicente Lombardo Toledano, quien en su discurso informó las principales y primeras tareas a las que se enfrentaba la recién fundada Confederación. “El objeto inmediato de la naciente organización consiste en cumplir el programa social de la revolución, de manera inmediata y última, su compromiso en abolir el sistema capitalista” [9]
Son distintos los matices que se pueden localizar en la relación sindicato – Estado, como: La unificación sindical con el fin de mayor demanda y organización de los derechos laborales o la crítica hacia la creación de la CTM como una institución proletaria oficial, puesto que fue una propuesta presidencial llevada al congreso constituyente.
En un discurso del General Cárdenas se limita el apoyo gubernamental, sólo facilitar la unión de gremios, atender sus denuncias y propuestas, pero se niega a ofrecer un subsidio, que a comparación del SME, este último sí fue un organismo subvencionado y por eso se llevó a cabo su eliminación, según se argumentó en el Diario Oficial de la Federación.
Tanto la Historia como el Periodismo tienen la función social de informar y fomentar un espíritu crítico en las personas para comprender los procesos políticos, sociales y económicos que han trascendido en la vida nacional e internacional.
[1] Anguiano, Arturo, Óp. Cit. Pág. 47 – 48.
[2] Javier Aguilar García, Historia de la CTM, 1936 – 1990, México, UNAM, 1990, pág. 34.
[3] El Economista, 1 de enero de 1936, pág. 18.
[4] El Informador, febrero 23, 1936, pág. 1.
[5] Leonel Durán, Lázaro Cárdenas, Ideario Político, México, Era, séptima edición, 2000, pág. 186.
[6] “Propuestas por la comisión dictaminadora del Congreso “ en El Universal, 24 de febrero de 1936, pág. 8.
[7] Aguilar García, Javier. Óp. Cit. Pág. 48.
[8] Durán, Leonel. Óp. Cit. Pág. 185.
[9] Tiempo de México, 25 de febrero de 1936, pág. 11.